Sonámbulo,
caigo en el deseo
como tu huésped impúdico
sin atravesar la noche.
Cada centímetro de tu piel
es como un mapa táctil
que delimita hasta dónde te llego,
y no es bueno despertar
a la soledad en este trance.
No me dejes dormir entonces
o corrómpete en mis brazos.
©Gallego Rey. Del libro La fragua del viento